domingo, 19 de septiembre de 2010

Patriahambre



Ni mil empanadas compraran mi corazón,
el pisco no tiene nacionalidad, nacionalidad no hay,
rompíamos fronteras para abrir corazones sin precio,
sin precio serán las fronteras, sin precio serán las empanadas,
sin precio será el paseo.

La fronteras los hombres las inventaron,
las tierras los extranjeros las compraron,
los bosques para cenizas fueron plantados,
los ríos para inmundicia:
los hijos que no tuvimos enloquecieron de patria,
de penas y raíces se colmó su boca dormida.

Las criaturas celestiales mastican tierra cada mañana,
cada noche, cada madrugada,
un hoyo seco en el estómago.

El estómago vacío es señal de lucha
las criaturas terrestres no dejan de luchar.

Hemos perdido el sentido de lo sagrado,
la noche nos puebla como tumbas,
no sabemos recibir su mirada,
no sabemos de celebración
nada.

nada

nada…

si caminar por esta tierra es caminar por el extranjero,
Inixiliado, extraño, desconocido en lo propio,
en mi patria habitan diferentes patrias,
diferente es mi patria que no conozco,
extraña para mí,
madre de pechos cortados, manos vendadas, regazo marchito.

Después de todo nos quedó la sangre,
ajena y propia, toda mezclada,
en los pulmones, en la lengua, amargura entre los dientes,
el dolor de cabeza se reparte por el cuerpo,
como catarata de sangre negra.

Dejará migajas la celebración de los satisfechos:
blanco, azul y rojo
Roja la sangre, azul el poder, blanco el olvido
Y una estrella individualista,
histérica, caníbal, solitaria,
en la cuna de piel de nuestros hijos.


poema colectivo 
Club de Poetas

La Vieja Trapera y La Viola Certera.

En el trago amargo,
en la ausente embriaguez de la estivada
el río sigue su curso, culminando en la etérea quebrada.

La Vieja Trapera del ovillo raído de la enredadera,
parida premonitoriamente en el surco de una estocada certera,
junto al lecho de la cascada, aplacada por el peumo de la desgracia;
se sobrecoge con su taza de café amargo,
entre el vacío austero de la perfumosa soledad matinal.

Con la garganta palpitando hambre,
el vocablo susurrante en tripas y engranes;
rebobina del fonógrafo la tonada punzante,
entre los charcos del silencio y la ganzúa del ruidoso Tiempo.

Por las zumbantes multitudes -entrelazados trapos de caño y mimbre-
recoge del torrente su sangre, su brote, su cálido encanto de cobrizo azote.

En el término de la palabra se confunde la dicha del quebranto.

Bajo la luna se mezclan, las humaredas de las ciudades
                                        y el guillatún de las praderas ancestrales.

                          … Y la tierra se comprime
                                   en su retoño crispado de estambres;
                                    y la tormenta trae consigo
                                                                        Juglares;
                                        trae ventiscas mordisqueantes,
                                                         que tras el alambrado
                                                                                  pre
                                                                                       ci
                                                                                          pi
                                                                                             tan   
                                                                                 agobios nupciales…
    
                                                                            El llanto y rostro humano
                                                                                  -en un palco rotundo y cercano-
                                                                            a la Plaza Pública de Guijarros
                                                                                              se dejan entrever
                                                                                   por la ojeriza de las criptas
                                                                                                  -sin nombre ni pardiez-;
                                                                                        y el deseo frustrado
                                                                 revierte su estocada de pentagrama apelmazado
                                                                                       a la Viola con sed de cal y canto.







                                                                                           …A ti, Violeta Parra…


Vendaval con Lepra!
Ex Asociación Ilícita

sábado, 18 de septiembre de 2010

Estamos bien, los 33 en el refugio

En el vientre del mundo, el subsuelo de la sangre o la caverna,

mis huesos se esconden de los perros.

He llegado al punto donde se funde el infierno

y la patria me roe el pescuezo con ese aliento de arañamadre

seco,

agotado de parir niños que nacen muertos,

quieto,

consumido de caer.



porque nací con precio y me compraste

Cada piedra de oro que saqué en tu nombre me valió la vida

te la doy para que me la lances

Cada piedra de cobre que saqué en tu nombre me valió la vida

te la doy para que me la lances

Cada piedra de plata que arranqué en tu nombre me valió la vida

te la doy para que me la lances

Cada piedra de Carbón que encontré en tu nombre

Cada piedra que arranqué

Cada roca

Cada pedazo de tierra que comí

Te las entrego para que me las lances.

Porque cada piedra fue más suave que mi piel,

porque mi piel nunca valió lo que estas piedras

te las doy para que me entierres

en esta fosa común que somos todos.

Lánzame la tierra que es mi sangre

¡¡Lánzame la tierra que es mi sangre!!

y mírame

En el fondo de tu mundo, el subsuelo de tú sangre, en tú caverna,

escondiendo mis huesos de tus perros.

Porque llegué al punto donde se funde el infierno

y la patria me roe el pescuezo con ese aliento de arañamadre

seco,

agotado de parir niños que nacen muertos,

quieto,

consumido de caer.



Amanda   Durán

Pura Energía, Puro Chile

Adelante, pasen, bienvenidos,
gracias por aceptar mi invitación.
Adelante colores, brillos,
fanfarria, efectos especiales.
Adelante luces y fuegos artificiales.
 ¡Vicente, Mario!
preocúpense de acomodar a los invitados.

Tendrán la tarea de adornar mi fachada,
la quiero inolvidable,
perfecta ante el mundo.
¡A trabajar!
Necesito que mi casa brille,
seduzca,
enamore,
que despierte en cada observador
el orgullo de ser chileno.

Trabajen con la mayor precisión,
escondan  todo lo feo,
lo pobre y lo mal oliente.

Disimulen la verdadera historia,
la muerte, el horror, la miseria,
la destrucción y el miedo.
Oculten con urgencia
el cansancio de los trabajadores.
Maquillen el maltrato,
los derechos vulnerados.

Silencien la voz de los excluidos
Encandilen,
que no se note la injusticia.
Acallen las demandas mapuche,
las súplicas de los postergados.
Disimulen lágrimas
de quienes sueñan sin esperanza.

Con urgencia
pongan en relieve
la energía y pureza de nuestro Chile,
deslumbren, ilusionen.

Gracias nuevamente por venir.
Cada uno de ustedes
ha sido cuidadosamente elegido.
Sabemos
cumplirán con su deber
¡Vicente, Mario!
¡que siga el show!


Ana María Montalva C.

NEWEN

NEWEN

Lautaro perdió la paciencia,
y por celular transmite a la Araucanía:
"ya es hora de que Valdivia pierda su cabeza"

cambio y fuera


NO ES UNA CUESTIÓN DE ELECCIONES (o mis sueños no caben en sus urnas)

Quiero que se abran las grandes alamedas
que la mujer y el hombre libre pasen por ellas
y no me atormente la pobreza, el egoísmo y la rutina
que la dignidad no tenga precio
y menos se compre
que los pedacitos de vida innumerables se junten en uno
y nos hagamos una grandota
en donde quepamos todos
quiero un Mapocho rústico que nos recuerde qué somos
una Plaza de Armas tolerante e infinita en su diversidad
quiero solidaridad no caridad
quiero justicia y no perdón
gatos roñosos en cada calle
en cada esquina
una alameda con historia y sentimiento
(o re-sentimiento)
que hayan mil trescientas y tres estatuas
por alex lemún, matías catrileo, johny cariqueo, rodrigo cisternas, la chepa, rené palma, elena varela, y nuestros 32 hermanos en huelga de hambre
respeto a los ancestros a los presentes a los ausentes y a los que fuimos
quiero un futuro inverso

la violencia se supera con violencia.


Naihomi Gálvez González

viernes, 17 de septiembre de 2010

USURPACIÓN

Vinieron...
Sobre la estufa calentaba agua para mate.
Entraron,
cuajando las estrellas en el suelo.
Recorrieron,
las manos urdían masa
historia mutilada
de golpe un telar a la pared.
Empujaron,
cesaron los cantos,
golpearon ,
sacaron,
arrastraron.
Afuera mi madre
con la pierna rota, sangrante.
Mi hija deshace en llanto,
el hilo de la rueka
deshila trenzas
al sentir el canto
triste de su madre que sufre.
Llevaron
lejos de las vertientes, de los montes
del baile del mañke.
Así llegaron ,
queriendo
amarrar la palabra ,
los sueños , los labios,
dejando surcos de sangre
entre los pastos. 


PoLa ArriaGada RosaLes

jueves, 16 de septiembre de 2010

Una carta, un Recuerdo

Recordaras fantasías
Miraras hojas blancas
Ahora son amarillas.
El tiempo ha pasado.
Más no escribes en ellas.
Te acordaras de nuestras risas.
Sueños, dejarlo todo.
Recitales escuchados.
Oídos sordos.
Solo por encanto.
Calles de abandonos y montes estrellados.
Acordaras olvidar todo.
Felicidades entregadas en tanto mundo amargo.
Una caja de música.
Rebotaran notas que son poemas,
Para que no olvides que eres uno.
En el escondrijo más remoto del universo vendrán a clamar tus palabras.
_Papel, tinta… no te olvides de ella.
¿Puede ser lo que no es…?
No abandones.
Siente más que nadie.
Eres uno, ellos, ellas.
Aunque estés y trates de no pensar.
Vendrán ganas de escribir cosas que llenan.
Reclamar al mundo tanto odio, ya tiene suficiente.
Si es mi culpa pido: despedacen mi cuerpo.
Pero somos aquellos que extrañamos nuestras convicciones de amar sueños olvidados.
_Un día sin tiempo, más allá.
Sabemos que nos amamos en su momento el cual nunca se olvidara.
Poetas luchando contra las plagas del egoísmo, fanatismo. Males de un mundo posmodernista, consumista, globalizado.
Olvidando entrar en las calles solas de la ciudad.
En parques con árboles exiliados.
Rincones meados por chingues bípedos. 
Vagabundos, simples poesías callejeras.
Transeúntes enarbolados. 
Calles que acogen las desdichas y versos del tinto sincero, aullado.
Unos cuantos cigarros piadosos en la berma.
Extrañas formas de amar.
Sencillez de tus encantadas palabras, en mi… aun recuerdan.

Rodrigo Sanhueza