En todos los aires de mi tierra natal,
se respira el olor a mentiras.
En cada rincón escondido vagan las personas,
y se apoderan de ella;
la usan, hasta gastar su espíritu sucio.
Al pasar el tiempo y más allá de nuestras narices,
juegan, la estulticia y la blasfemia de mi país,
engañando a seres mortales,
que respiran sus aires infectados.
Mi tierra natal, engañada a pesar de sus años,
ya no comulgo con su verdad disfrazada,
y los viejos, aquellos que deberían ser más sabios que nosotros los jóvenes,
agacharon su cabeza e hicieron la reverencia,
a la mentira y sus olores.
Mi tierra, que disfraza sobre el azufre,
vaga en las manos de unos pocos,
y todos aquellos que sufren y sufren,
sucumbimos a la hipnosis de ella.
Leonardo Arturo Ciudad Ramírez
Hay olor azufre...
ResponderEliminarSaludos esta cantaìto.