Adelante, pasen, bienvenidos,
gracias por aceptar mi invitación.
Adelante colores, brillos,
fanfarria, efectos especiales.
Adelante luces y fuegos artificiales.
¡Vicente, Mario!
preocúpense de acomodar a los invitados.
Tendrán la tarea de adornar mi fachada,
la quiero inolvidable,
perfecta ante el mundo.
¡A trabajar!
Necesito que mi casa brille,
seduzca,
enamore,
que despierte en cada observador
el orgullo de ser chileno.
Trabajen con la mayor precisión,
escondan todo lo feo,
lo pobre y lo mal oliente.
Disimulen la verdadera historia,
la muerte, el horror, la miseria,
la destrucción y el miedo.
Oculten con urgencia
el cansancio de los trabajadores.
Maquillen el maltrato,
los derechos vulnerados.
Silencien la voz de los excluidos
Encandilen,
que no se note la injusticia.
Acallen las demandas mapuche,
las súplicas de los postergados.
Disimulen lágrimas
de quienes sueñan sin esperanza.
Con urgencia
pongan en relieve
la energía y pureza de nuestro Chile,
deslumbren, ilusionen.
Gracias nuevamente por venir.
Cada uno de ustedes
ha sido cuidadosamente elegido.
Sabemos
cumplirán con su deber
¡Vicente, Mario!
¡que siga el show!
Ana María Montalva C.
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